Cuando nos vestimos elegantemente procuramos estar bien perfumados, que nuestra ropa huela bien y sin ninguna arruga, ¿no deberíamos dar el mismo trato a nuestros zapatos y pies?
 
Todos sabemos que el mal olor de nuestro calzado no es mas que el resultado del aumento de microorganismos, de la actividad bacteriana dentro de los zapatos, provocada por la humedad de la sudoración. 
En Tarrago os presentamos unos consejos y productos   efectivos que ayudarán a deshacerse del mal olor de nuestros zapatos y pies, solo tenemos que seguir las siguientes pautas:
 
Si es posible, el calzado que usemos debe ser de materiales naturales que permitan la transpiración. Si tenemos este problema, los zapatos de goma no son para nada aconsejables, sobre todo los días de más intenso calor en verano.
 
Por ello, para evitar un exceso de sudoración en primer lugar elegiremos calzados que ventilen bien el pie. Es conveniente no usar todos los días el mismo calzado, así daremos tiempo a los zapatos usados para que ventilen y sequen. 
 
Para prevenir la aparición de bacterias utilizaremos plantillas de cuero sobre carbón activado que aportarán confort y regularán de manera natural la temperatura del pie.
 
El cuero es un buen aislante natural. Si éste se moja, tenemos que secar bien las plantillas, ya que si quedan con restos de humedad al cabo de un tiempo tendrán mal olor. Debemos combinar con dos o tres pares para alternarlas y permitir que sequen ventilándose.
 
Para ayudar a mantener nuestros pies secos el mayor tiempo posible es aconsejable utilizar aplicando sobre los pies el Talco para pies de Tarrago, que desodoriza, perfuma los pies y absorbe la humedad y evita la formación de bacterias. Además,  aporta una agradable sensación de frescor.
 
Apoyaremos los consejos anteriores con un buen bactericida para eliminar el mal olor de los zapatos y mantenerlos frescos todo el tiempo, para ello utilizaremos el Desodorante para calzado de Tarrago, que es un producto  que previene la sudoración y está pensado para desodorizar, sanear y refrescar el calzado, empleándose sobre todo tipo de zapato de cuero liso o aterciopelado sin dañarlos.
 
Recordar que cuando utilicemos este tipo de aerosoles, para que el zapato no quede mojado, realizaremos breves presiones, evitando pulverizar durante largo tiempo, dejando actuar el producto dentro del zapato como mínimo 15 minutos antes de calzarnos.
 
Por último, recordar que las medias tienen que estar realizadas con materiales naturales. En invierno hay que usar calcetines de algodón (mínimo 70%) o lana; y en verano de lino, seda o hilo. Las de nailon no son recomendables, ya que son de un material sintético. Al igual que los zapatos, todos los días deben cambiarse las medias.